Judo

Por su especialidad, la práctica de judo contribuye al desarrollo de la educación física y deportiva del practicante tanto desde el punto de vista motor, técnico y disciplinario. La enseñanza del judo permite la adquisición de técnicas específicas y proporciona al alumno una experiencia única en el terreno de la confrontación física individual.

Además de su aspecto socializador dentro del entorno donde se desarrolla, el judo, por sus orígenes japoneses, abre un acceso cultural original centrado en la dimensión educativa de los deportes de combate. Desarrolla una cultura que favorece el dominio de sí mismo, a la vez que obstaculiza los comportamientos impulsivos y la violencia. 
 
El judo presenta una serie de características propias que lo distinguen esencialmente de los demás deportes de combate. Técnicamente, presenta una serie de rasgos que lo distinguen y lo destacan de los demás. Los elementos propios como son el agarre, que garantiza un mejor control del riesgo y el peligro, y la forma de caer sin dañarse, son dos aspectos concretos con una repercusión sobre la seguridad de los practicantes.